En Colombia se aproximan las campañas presidenciales 2022. Por eso los diferentes sectores políticos y representantes han dejado ver las primeras alianzas y estrategias que usarán para competir en esta contienda electoral, que en el país representa ganar la posibilidad de que durante 4 años se lleven a cabo proyectos económicos, políticos y sociales que beneficien el país o continuar en una senda desafortunada de crisis política, económica y social.
En la actualidad, la sociedad colombiana está pasando por una crisis importante, a causa de diferentes factores como la crisis sanitaria de la COVID-19; la violencia en diferentes territorios derivada de la falta de cumplimiento de los acuerdos de paz por parte del Estado y una parte de las FARC que quiso continuar en armas; la existencia de grupos delincuenciales al servicio del narcotráfico y otras guerrillas que ha traído consigo una fuerte insatisfacción con la gestión del Gobierno actual. Por eso, el cambio representa la esperanza de lo nuevo o la continuidad de políticas que vienen de mucho tiempo atrás y que se han perpetuado en el tiempo a través de todo tipo de prácticas de fraude y extrema violencia como los 6402 asesinatos de civiles, entre el año 2002 y 2008 en lo que se podría catalogar como una política de actuación criminal del Estado.
Las contiendas electorales de 2022 traerán consigo coaliciones que antes no se habían dado; pero de no ser por ellas, para muchos sectores sería más difícil poder competir contra partidos tradicionales y maquinarias políticas tan acentuadas. Algunas comenzaron a mostrarse desde las elecciones del 2018 y se han comenzado a fortalecer en 2021.
Algunas de estas son: ´Pacto Histórico`, liderado por `Colombia Humana`, el movimiento que encabeza Gustavo Petro, el partido ´Polo Democrático Alternativo` y ´Mais PROGRESISTA`. La otra es ´Coalición de centro´ del Partido Verde con Sergio Fajardo, Jorge Robledo del partido ´Dignidad´ y Humberto de la Calle, los hermanos Galán, Juan Fernando Cristo del Partido Liberal Colombiano. A pesar de las dificultades por las que atraviesa el `Uribismo` su partido en el gobierno; ´Centro Democrático´ sigue representando la tendencia más fuerte a la derecha del sistema de partidos, más cercana a la ´Nueva coalición´ liderada por el exalcalde de Bogotá Enrique Peñalosa y Alejandro Char del partido Cambio Radical, a la que se han sumado otros políticos de etapas anteriores.
A pesar de los movimientos en la política electoral de Colombia las coaliciones no parecen ser suficiente, pues para comenzar a hacer campaña existen muchos factores que se deben tener en cuenta: uno muy importante es el contexto, porque de éste depende que las propuestas que se haga a la ciudadanía respondan verdaderamente a las necesidades de la gente; que las alianzas representen la diversidad política que hay en el país, y que pueda surgir un proyecto más incluyente, ya que, pese al reconocimiento de derechos y libertades fundamentales en la Constitución Política de 1991, el país sigue teniendo importantes dificultades de convivencia a causa de una desigualdad profunda derivada de la corrupción y la violencia política.
Como el contexto lo señala la diversidad es un factor relevante y en esto, hay que tener en cuenta lo urbano y lo rural. Las campañas deben pensarse desde lo tradicional pero con innovación, incluyendo algunas herramientas como las redes sociales, para que la información pueda llegar al mayor público posible y ésta pueda ser vista y contada de mejor manera, consiguiendo así, una mayor interacción con la gente, retroalimentando sus espacios de interés.
Lo tradicional es importante en Colombia por ser un país atraído por la emotividad del discurso, el debate o las pancartas: una forma tal vez más personal de llegar, especialmente a sectores donde aún no lo hace internet. En el país solo el 61 % de la población tiene acceso a internet y de esto solo el 11 % tiene acceso a redes 4G.
Sin embargo, pese a esta enorme dificultad, parece que la campaña por redes comienza a ser desde ya una opción importante y que debe estar acompañada de herramientas atractivas como videos, imágenes, en vivos, que den a la ciudadanía acceso a la información, para crear un ambiente de confianza en el cual los públicos, en su mayoría urbanos, se sientan atraídos.
Para que todo lo anterior sea posible, en el proceso las personas deberán sentirse identificadas no solo con las propuestas en general sino, con las candidaturas en sí. Por eso crear un sello, o lo que algunos conocen como marca personal es fundamental, pues permite que la gente tenga un recordatorio, un recurso diferenciador que le ayude a tomar la decisión de validar el mandato de su preferencia.
Otro componente es el discurso y la comunicación asertiva. Esto no solo reforzará la credibilidad sino que, brindará confianza a la ciudadanía y ayudará en todo el proceso de preguntas y respuestas constantes.
Por otro lado, se debe permitir que en el proceso de campaña los medios de comunicación puedan tener acceso a la información pertinente, para que ésta sea publicada y consumida por los votantes.
Finalmente, todo lo anterior y las estrategias que se creen, deben ir de la mano de la realidad y la asesoría de personas que permitan que el proceso de ejecución se dé en orden y puedan hacer balances constantes del contexto, las propuestas y la campaña electoral.